La caída del pétalo de una rosa puede tener más jerarquía,
en medio de la vastedad callada del tiempo,
que el hundimiento de un continente.
Salvador Garmendia (1928-2001)
en medio de la vastedad callada del tiempo,
que el hundimiento de un continente.
Salvador Garmendia (1928-2001)
Entrecierro los ojos para apartarme de los lugares más conocidos, y atravieso las paredes una y otra vez, tras la sospecha de tu presencia flotando en el aire. Dos pupilas pintadas de un negro luminoso, solo comparables con las primeras horas de la madrugada, que de un vuelo espiritual me permiten encerrarme entre tus dedos, donde cada atardecer se viste de amor el vuelo de cien mariposas de piel azul. Y de solo pensarte vuelvo a ser “el beso que en el aire ha rozado tu mejilla y produce escalofrío sin saber de quién vendría”.
Pero es tiempo de continuar, de adentro se asoman tímidamente desde la mesa de mi escritorio color carmín: una carta de amor a punto de finalizar, una taza de café que ha vuelto ha enfriarse y un anillo de rosas y sueños lleno de impaciencia que espera ser llevado en mi bolsillo de mariposas de fantasía, a su destino.
Pero es tiempo de continuar, de adentro se asoman tímidamente desde la mesa de mi escritorio color carmín: una carta de amor a punto de finalizar, una taza de café que ha vuelto ha enfriarse y un anillo de rosas y sueños lleno de impaciencia que espera ser llevado en mi bolsillo de mariposas de fantasía, a su destino.
Y después de tantas horas, aún me sigo preguntando: ¿serán tus ojos una Rosa Azul?
No comments:
Post a Comment